La diabetes en gatos es una afección médica común, pero grave, que afecta tanto a los gatos de interior como a los de exterior. De hecho, el 90% de los gatos obesos padecen diabetes de tipo II. Sin el tratamiento y la atención adecuados, la diabetes puede degenerar en otros problemas de salud, como la ceguera. Mi gata Bolitxe tiene 3 años y hace pocos meses que se le ha diagnosticado diabetes. Por ello, desde MisGatosLindos queremos explicarte qué debería alertarte y cuáles serán los siguientes pasos una vez recibas el diagnóstico. Pongamos un poco de contexto Cuando se trata de la incidencia de la diabetes en gatos, hay varios factores que pueden contribuir a su desarrollo o a aumentar el riesgo de que un gato la contraiga. Las más comunes incluyen la edad, la raza y la genética, el aumento de peso debido a comer en exceso o la falta de ejercicio, el uso prolongado de esteroides, ciertas enfermedades como la pancreatitis o la enfermedad de Cushing e incluso los niveles de estrés. Los gatos machos tienden a ser más propensos que las hembras, pero todos los gatos deben ser monitoreados de cerca para detectar posibles signos o síntomas de diabetes. Los gatos y la diabetes tienen una relación complicada. La diabetes puede ser difícil de detectar en los gatos, ya que los síntomas no siempre son evidentes. Es importante que como tutor atiendas a los cambios en su comportamiento para no demorar la visita al veterinario. Un diagnóstico temprano siempre marca la diferencia en la supervivencia y calidad de vida de un gato enfermo. Diabetes felina, tipos Los gatos pueden padecer dos tipos de diabetes: la de tipo 1 y la de tipo 2 o diabetes mellitus. Los gatos diabéticos tipo 1 requieren inyecciones de insulina porque sus cuerpos no producen suficiente por sí mismos, mientras que los diabéticos tipo 2 pueden necesitar solo cambios en la dieta o medicamentos orales para controlar sus niveles de azúcar en sangre. En ambos casos, la genética juega un papel importante, siendo los Maine Coon y Ragdoll las razas con mayor prevalencia de la diabetes. Síntomas de la diabetes en gatos Te aconsejamos que prestes especial atención a este apartado, ya que te ayudará a tomar acción si a tu gato también le ocurre y prevendrás males mayores para su salud. Como decimos, la diabetes es una condición que se encuentra comúnmente en los gatos, y puede ser fácil pasar por alto sus síntomas. En este sentido, conviene que estés atento a cualquier cambio en el comportamiento o en los hábitos de tu gato. Los síntomas más inequívocos de diabetes en gatos son: Aumento de la sed. Tu gato bebe más de lo acostumbrado. Aumento en la frecuencia de la micción. Lo descubres con frecuencia en la bandeja sanitaria. En ocasiones, pueden producirse episodios de diarrea. Adelgazamiento injustificado. Pese a comer como de costumbre, observas que está perdiendo peso. Sus costillas, lumbares o pelvis lucen más marcadas que meses atrás. Apatía. Se muestra poco predispuesto a interactuar y apenas juega. Busca la soledad, se autoaísla. Prefiere mantenerse solo en un permanente estado de letargo. Su explicación no es otro que el gato se siente mal y debido a su instinto de supervivencia prefiere ocultarse para no mostrarse vulnerable ante los demás. Otros síntomas que también pueden concurrir son los vómitos y, en algunos ejemplares, la inapetencia o falta de apetito. Si notas alguno o varios de estos síntomas en tu mascota, no dudes en acudir a la veterinaria para obtener un diagnóstico. En algunos casos, si la afección es detectada en su etapa más incipiente, el animal puede abandonar las inyecciones y hacer vida normal (con la debida supervisión médica, por supuesto). En nuestro caso, Bolitxe presentaba todos los síntomas principales. Por tanto, lo tuve claro desde el principio y acudí de inmediato al veterinario. Diagnóstico de la diabetes en gatos Cuando se trata de diagnosticar diabetes en gatos, el proceso no difiere en exceso al llevado a cabo en los humanos, con la salvedad de que serán necesarias varias muestras para obtener un diagnóstico certero. Los gatos son propensos a presentar altos niveles de azúcar, simplemente por el estrés que les produce la visita al veterinario. Por tanto, el especialista lo someterá a varias pruebas, que incluyen análisis de sangre y de orina. El diagnóstico de la diabetes en gatos comienza con una exploración física para identificar posibles bultos o rigidez en los tejidos. Los análisis de sangre miden el nivel de glucosa en sangre, así como cualquier anomalía en el páncreas, que es el órgano encargado de producir la insulina y de ayudar al organismo del gato a regular los niveles de azúcar. Tu veterinario también puede recomendar una prueba de orina adicional para determinar si existen signos de glucosa o de cetonas presentes en la orina, ambos indicadores de diabetes. Tratamiento de la diabetes en gatos La diabetes felina es una afección grave que requiere control y tratamiento regulares. Es importante saber cómo tratar la diabetes en los gatos, para que la enfermedad se pueda manejar y mantener bajo control. Por lo general, se trata con inyecciones de insulina o medicamentos orales. Atendiendo a su gravedad, algunos gatos pueden necesitar ambos tratamientos. Las inyecciones de insulina generalmente se administran dos veces al día, mientras que los medicamentos orales se toman solo una vez. Además, será necesario realizarle pruebas periódicas de glucosa para controlar adecuadamente la diabetes. El tercer pilar del tratamiento de la diabetes en gatos involucra a su dieta. Los gatos a los que se les ha diagnosticado diabetes necesitan una dieta especial, constituida por alimentos ricos en fibra, pocos carbohidratos y mucha agua fresca, para ayudarlos a controlar sus niveles de azúcar en sangre y mantenerlos saludables. Igualmente, el ejercicio regular y el control del peso son aspectos a interiorizar para controlar de forma efectiva la diabetes de tu minino en el tiempo. Deberás reservar tiempo a diario a jugar con él y llevar un registro escrito de su peso. Todo ello os permitirá seguir disfrutando de vuestra mutua compañía. Navegación de entradas ¿Por qué mi gato lame las mantas? ¿Por qué mi gato ensaliva tanto?