Si nos sigues, sabrás que, por lo general, los gatos tienden a beber menos agua de la que deberían. Este mal hábito favorece que puedan desarrollar afecciones urinarias, que a edades avanzadas merman de forma significativa su calidad de vida. Por ello, alternar el pienso con comida casera húmeda, como, por ejemplo, el paté de sardinas del que te hablamos en otra ocasión, o con snacks líquidos como esta gelatina de pollo y zanahoria, es más que recomendable. Además, su textura les resulta muy gustosa. Al cocinarlo en casa, sabrás en todo momento que estás empleando ingredientes naturales, por lo que la posibilidad de alergia o de intolerancia a algún alimento es nula. Beneficios de la gelatina para los gatos La gelatina, la sustancia bailonga y sinuosa que encanta a la mayoría de los niños como postre, también puede ser una excelente alternativa para incluir en la dieta de tu gato. Es fuente de proteínas y aminoácidos que favorecen el desarrollo de músculos fuertes y reparan los tejidos expuestos a la actividad diaria. Es muy digestiva, tanto al comer como después, durante su metabolización. Por tanto, es especialmente beneficiosa para los gatos de más de 8 años, por lo general, con dificultades para deglutir por tener los dientes y las encías debilitados. A su vez, al proveer de un plus de humedad, mitiga y previene el estreñimiento. Gelatina de pollo y zanahoria para gatos Aparte de los beneficios ya expuestos, has de saber que su versatilidad no tiene medida. Podrás alternar los ingredientes proteicos (pollo, pavo, sardinas, salmón, etc.) y las verduras para abarcar el mayor espectro de nutrientes esenciales posible, al tiempo que su palatabilidad será bien recibida por tu gato, ya que constituye un recurso que enriquecerá su dieta. Sabor e hidratación estarán asegurados. Ingredientes 100 g de pollo (una bandeja) 2 zanahorias 50 g (1/2 sobre) de gelatina neutra 1 taza de agua 1/2 l de caldo de pollo Preparación En una cazuela con agua hirviendo introduce las zanahorias. Cuando estén blandas, incorpora el pollo y pon la tapa. Deja que se cuezan juntos. Una vez cocinados sin que lleguen a deshacerse, retira la cazuela del fuego y deja que se atemperen los ingredientes. Corta la zanahoria y el pollo en pequeños dados. Cuanto más pequeños, mejor. Si te apetece, puedes pasarlos por la mandolina. Diluye el sobre de gelatina en la taza de agua y asegúrate de que no quedan grumos. Mezcla todos los ingredientes con el caldo y la gelatina. Introduce las raciones en tus moldes de preferencia. Si consideras que es demasiada la cantidad que has cocinado, puedes congelarlo ya distribuido en los moldes. Refrigera durante un mínimo de 4 horas. Como ves, preparar una sabrosa gelatina para gatos no tiene complicación ni misterio, basta con que recurras a alimentos, aptos para los mininos, que ya tienes en casa y lo acompañes de tu cariño. Estamos convencidos de que conquistarás su paladar. Navegación de entradas Galletitas de calabaza y cúrcuma para gatos Galletitas para el mal aliento